“La mente es un órgano reflejo, reacciona ante todo” . Guerrero pacífico.
El cerebro y el sistema nervioso controlan a los demás sistemas y órganos del cuerpo, esta dupla determina nuestras reacciones a partir de la forma como percibe el mundo, también crea recuerdos, algunos muy poderosos, pero sobre todo nunca deja de reaccionar.
De nuestros sentidos, el cerebro recibe información y decide cómo reaccionar, luego transmite esa reacción al cuerpo a través del sistema nervioso; es como si un gran ordenador, enviara información por una autopista digital en forma de ceros y unos y pues las señales son efectivamente impulsos eléctricos.
Si la reacción es de ansiedad o estrés, se activará el sistema simpático, habrá una tormenta química y eléctrica en nuestro cuerpo y nuestros sistemas de defensa, huida y ataque se activarán. Si estas tormentas se repiten habitualmente, sentiremos los efectos dañinos de las sobrecargas en nuestro cerebro y sistema nervioso.
Controlar el estrés y la ansiedad, es en sí controlar la reacción del cerebro y el sistema nervioso, la buena noticia es que esto se puede lograr con práctica y mientras más practicamos, más cambia nuestro cerebro. Practicar técnicas de autocontrol y relajación al inicio, tienen un efecto químico en nuestro cuerpo, pero a medida que continuamos, el cambio se vuelve estructural, de esta forma, nuevas redes y conexiones neurales se generan, es decir nuevos hábitos en este caso, más benéficos.
Incluso en casos de estrés postraumático, el entrenamiento puede lograr que una amígdala muy activa pueda regularse y usarse a nuestro favor, la amígdala guarda recuerdos asociados a sentimientos y sensaciones, de esta forma, podemos aprender a controlar el miedo. Recuerda, la repetición es la madre de todos los hábitos así que ánimo.
En la práctica, las técnicas de biorretroalimentación pueden ser una ayuda que favorece y refuerza el cambio, te invitamos a explorarlas y la forma en que tu cerebro puede generar cambios positivos.
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